martes, 9 de septiembre de 2008

Publicidad y Arte




OBRA DE ARTE Y PUBLICIDAD

El siguiente trabajo está orientado al análisis y la comparación de las características de la publicidad moderna y la pintura al óleo creada a partir del Renacimiento.

Si bien no podemos hablar de una similitud directa, si podemos afirmar -tomando como marco teórico el libro “Modos de ver” de John Berger- que el sistema publicitario ha tomado varios elementos del lenguaje de la pintura, y hasta incluso la misma sociedad le ha otorgado funciones similares. No obstante, es necesario acordar que, aún teniendo determinadas similitudes, ambas de diferencian notablemente en determinados aspectos, especialmente en el tiempo hacia el cual se refieren.

EL VERONÉS Y LA PUBLICIDAD DE LOLITA LEMPICKA (Perfumes)

La elección de estas dos imágenes surgió ante el profundo impacto que me produjo la similitud de la situación que presentaban ambas “obras”.

Por un lado, la presencia de la naturaleza: el entorno romántico que esta genera, simbolizando la pureza e inocencia que, en ambos casos, es reforzada por la figura femenina, representada con un carácter idílico. En la publicidad, la mujer tiene una piel pálida pero brillante, y ojos celestes intensos, que intensifican la pureza propuesta por el entorno y acompañan las flores y el brillo que brinda la naturaleza. En la pintura de El Veronés, la mujer también posee una piel clara, e incluso mas clara que el resto de los personajes, lo cual le da un carácter aún mas protagónico.

Como vemos, la mujer también es un elemento común: su presencia en poses y gestos exóticos e insinuando su cuerpo debajo de armónicos ropajes que caen y se complementan con la naturaleza, jugando con la luz y el contexto.

Por otro lado, la presencia del agua: en la obra es el mar, de fondo, en la publicidad, la cascada que cae bajo la mujer, en ambos casos formando parte de esta “naturaleza romántica”. Con este mismo objetivo, también los árboles rodeando la escena y los colores del cielo.

Por último, el carácter mitológico de ambas situaciones: los ángeles, las deidades, los distintos elementos nadando en el mar del fondo, el animal debajo de los protagonistas, la naturaleza virgen e inocente alrededor; para el caso de la obra de arte. La mujer, semejante a una deidad, una musa o una ninfa, vestida con lienzos blancos que se funden con las cascadas, y ese mismo ambiente virgen e inocente, incluso paradisíaco ofrecido por la naturaleza: las flores, el brillo del agua cayendo, la figura femenina en todo su misticismo.

ANA JULIA CAPUCCINO

No hay comentarios: